La contractura muscular

La contractura muscular es la primera causa de visita a una consulta de fisioterapia, no dispongo de datos estadísticos pero por mi experiencia clínica suponen un 80% del total de sesiones de fisioterapia a lo largo de mi carrera profesional.

Y esto es mucho, si no son las cervicales, son las lumbares, la musculatura peri-escapular, la zona pectoral, cuádriceps o gemelos. Cualquier zona muscular es susceptible de contracturarse. Muchos pacientes acuden a mi y me preguntan: pero ¿qué tengo ahí? A lo que les respondo: "es una contractura muy maja". Y aunque no puedo verles la cara se hace el silencio, momento en el cual yo deduzco que mis pacientes se quedan reflexionando acerca de ¿qué es realmente una contractura? Por suerte muchos dedicen dar el paso y preguntarme para aliviar sus dudas, pero hay otros muchos que se guardan la pregunta en un mar de dudas.

El objetivo de esta entrada es meramente informativo y divulgativo, sobretodo para aquellos pacientes que se quedan con la duda y de paso me sirve como reencuentro con mi blog.


A lo que vamos, una contractura muscular se puede definir de forma coloquial como la formación de una bola dura y dolorosa en el músculo. De hecho es precisamente eso, una cuantas fibras musculares forman un nudo en el vientre muscular, que como principal síntoma tiene el dolor y también una limitación en la libertad de movimientos en aquella zona en la que el músculo realiza su acción.



Como ejemplo gráfico vamos a elegir el músculo Trapecio fibras superiores, que se origina en la región suboccipital y se va a insertar en el acromion (hombro) y en la escápula, sin entrar más en detalles. Este músculo se contractura con cierta frecuencia por lo que es seguro que todos hayamos experimentado algunos de sus "enfados". La función del trapecio (entre otras) es girar la cabeza hacia el lado contrario, ladear la cabeza hacia el mismo lado y elevar el hombro, por lo que si se encuentra contracturado alguno de estos movimientos será doloroso.

¿Por qué se contractura un músculo? ¿Cuáles son las causas? Esto está muy condicionado por la salud del propio músculo, de la actividad que se le requiere, del número de contracciones diarias y de su capacidad de absorber tensión. Pese a esto existe una breve clasificación de las causas más frecuentes que provocan contracturas en la musculatura:

  1. Contracción mantenida. Cae de cajón que cuanto más tiempo usemos un músculo más se cansará y a raíz de esa impotencia funcional pueden aparecer contracturas.
  2. Contracciones repetitivas. Puede que sean breves en el tiempo, pero si su número sobrepasa la resistencia del músculo favorece la aparición de contracturas.
  3. Tensión emocional/psíquica. Es conocido que la mente influye sobre el cuerpo, un estado emocional excitado hará que el tono muscular aumente, por el contrario un estado emocional calmado provocará una relajación y bajada de tono muscular. Los músculos trapecios responden a un estado mental excitatorio con contracturas musculares.
  4. Contracciones antiálgicas. Este punto podría incluirse en el apartado de contracción mantenida, pero preferí ponerlo aparte ya que esa contracción en el tiempo viene dada para "escapar" de una postura dolorosa.
  5. Sedentarismo. No solo el exceso de trabajo de la musculatura puede provocar contracturas, también el defecto de actividad física puede dar lugar a esta situación y si se alarga en el tiempo podemos llegar a hablar de atrofia muscular, pérdida de volumen del músculo.
  6. Frío. No es necesario explicar mucho este fenómeno. Todos conocemos la respuesta del nuestro organismo al frío, aumenta el tono, estamos en tensión y este estado si se prolonga puede desencadenar en contracturas musculares.
  7. Reacciones viscerales. Hay corrientes como la osteopatía que defienden que cuando un determinado órgano interno o víscera tiene su función normal alterada puede dar como resultado dolor y contracturas musculares en determinadas zonas del cuerpo. Por poner un ejemplo: el estómago puede dar dolor en la zona interescapular. Esto no quiere decir que si tenemos un dolor en esta zona, nuestro estómago no esté funcionando de la manera más correcta.
Ahora que conocemos algunas de las causas más frecuentes deberemos saber como darle solución a este problema de índole muscular. Lo que aconsejo yo siempre es poner calor en la zona afectada, para mi es lo más importante. Nos puede servir una manta eléctrica o un hot pack (a vender en parafarmacias) que se pueden calentar en el microondas y colocarlos cómodamente en la zona dolorida.

El calor va a ayudar a que el músculo que relaje, el tono disminuya, mejora la circulación en la zona y que muchos productos de desecho que produce el músculo de forma natural se evacuen.

Si con esto no mejoramos, lo mejor va a ser ponernos en manos de un profesional, preferentemente un fisioterapeuta colegiado que nos guíe en el mejor tratamiento para cada caso en particular.

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