¿Qué es una hernia de disco o hernia discal?

Se está hablando mucho estos días de la hernia de disco, en la prensa, en la radio, en las noticias, en cualquier medio de comunicación están informando de una operación de hernia de disco. Pues bien, hoy vamos a arrojar un poco de luz acerca de este tema, pues pese a que seguro tenemos a algún familiar o amigo que ha sido diagnosticado de hernia discal, lo cierto es que no tenemos muy claro de lo que representa.

Para comenzar debemos imaginarnos la columna vertebral, formada por un total de 22 vértebras más las 5 vértebras del sacro que se encuentran fusionadas y de las que hablaré en otra entrada. Cada vértebra está acticulada con una vértebra superior y otra inferior (de forma generalizada) para que la columna pueda realizar los movimientos que todos podemos hacer. Entre cada par de vértebras que encuentra un disco intervertebral que tiene la función de amortiguar las fuerzas verticales entre las dos vértebras. Este disco intervertebral está formado por un 95% de agua y está delimitado por un anillo fibroso que delimita el lugar que debe ocupar el disco.

Cuando el anillo fibroso se dilata pero no se rompe estamos hablando de protusión discal. Esto se entiende muy bien cuando llenamos un globo con agua, si presionamos una parte del globo el agua se moverá hacia el otro extremo gracias a que la pared del globo se dilata. Se podría resumir que una hernia discal es una protusión en la que el anillo fibroso se ha roto y su contenido se ha derramado. Todo esto es mucho más complejo pero intento hacerme entender y que el concepto quede lo más claro posible.

Estadísticamente, las hernias de disco aparecen más frecuentemente en las regiones de la columna vertebral con más movilidad como son la zona cervical y lumbar y no tanto la región torácica o dorsal por qué ve su movilidad limitada por la parrilla costal.

¿Qué significa tener una protusión o una hernia discal? La hernia de disco por sí sola no es dolorosa ni provoca ningún otro síntoma, salvo que comprima una raíz nerviosa a su paso por el agujero de conjunción. En este caso los síntomas más frecuentes son: dolor en la espalda, dolor a lo largo del brazo o pierna dependiendo del nervio atrapado, hormigueo, sensación de corriente y pérdida de fuerza en los miembros.

Pero no todas las herniaciones ni protusiones son sintomáticas. Cada día se conocen nuevos casos de degeneraciones del disco intervertebral que cursan sin síntoma alguno. Además los síntomas anteriormente descritos no son exclusivos de problemas con el disco, como es el caso de la presencia de osteofitos (picos de loro) en el agujero de conjunción producto de la artrosis vertebral. Recordad que es el traumatólogo el responsable de estudiar cada caso y llegar al diagnóstico correcto.

Este es un tema demasiado extenso como para tratarlo en una sóla entrada, así que lo más seguro es que amplíe la información acerca de las hernias de disco en futuras ocasiones.

Si lees esto y tienes una hernia de disco no dudes en dejar un comentario y compartir tu experiencia.

¡Nos vemos en la próxima entrada!