La almohada no siempre tiene la culpa de tu dolor cervical

Como la mayoría de entradas de este blog, el tema que voy a tratar hoy suele aparecer por mi consulta con cierta frecuencia. Seguro que has padecido dolor cervical en algún momento de tu vida, la estadística nos dice que es bastante probable. También puedo asegurarte que al ver que tu dolor cervical no desapareció tras esperar un tiempo prudencial, pongamos 2-3 días, has empezado a buscar posibles causas y claro, la almohada es de lo primero que culpabilizas debido a que no te deja dormir en toda la noche.



Pero ¿Es la almohada el verdadero culpable? Desde luego tiene motivos muy contundentes, ha soportado el peso de tu cabeza - y algún que otro brazo - en jornadas interminables, sobre todo los fines de semana tras una cena de empresa que se alargó más de lo debido, por poner un ejemplo. Se dice que la venganza se sirve en plato frío y la paciente almohada ha sabido esperar para provocarte ese dolor de cuello justo en ese momento tan importante para ti.

Nada más lejos de la realidad, la almohada no es tu cardenal Richelieu particular, no te desea ningún mal a ti, ni a tu cuello. De hecho, lo más probable es que sean tus propias cervicales las causantes del dolor, ya sea por una contractura muscular, una postura mantenida -en trabajos que requieren muchas horas delante de una pantalla- o incluso por motivos alejados de la columna cervical que refiere dolor en esa zona.

Por este motivo, antes de desechar varias almohadas y probar con otras tantas, te recomiendo que averigües el origen de tu dolor. Si necesitas ayuda, siempre es buena idea acudir a tu médico de cabecera o a tu fisioterapeuta de confianza. 

Para guiarte un poquito más te diré que es importante saber si has tenido episodios como este en el pasado, si existe limitación de movimiento, si el dolor es continuo o intermitente y si existe alguna posición en la que logras que el dolor cese. Estas solo son algunas preguntas que puede que tu MAP o tu fisioterapeuta te formulen para hallar la causa de tu problema.

Recuerda, estamos para ayudarte.

Gracias por la lectura.
Hermes.

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