La Fisioterapia precoz

Hoy me gustaría hablar, más que un tema específico de Fisioterapia, acerca de un tema que incluye a la mayoría de personas que, ya sea por una lesión, una cirugía o simplemente una contractura muscular post-esfuerzo, necesitan pasar por las manos de un fisioterapeuta.

Actualmente, el Sistema Público de Salud (al menos lo que yo he visto), no permite a una persona acceder al servicio de fisioterapia antes de 2-3 meses. Cierto es, que en el ámbito de Atención Primaria, el médico de cabecera puede enviar a un paciente al fisioterapeuta de ese centro de AP (si lo hubiese), pero aún así la espera desde que el MAP prescribe fisioterapia, hasta que el paciente llega a la primera consulta con el fisioterapeuta de AP, puede ser no inferior de 30-40 días. Reitero que me baso únicamente en mi experiencia en centros de AP y Atención Especializada de mi zona.

Créditos de imagen

Son muchos los casos y las dolencias que tienen una mayor probabilidad de mejorar si empiezan con fisioterapia en una fase temprana o precoz. Para ello voy a ilustrar con dos ejemplos, uno es un caso tratado en un hospital del Servicio Galego de Saúde (SERGAS) y otro desde la práctica privada de mi profesión.

CASO 1: paciente de 60 años intervenido de su rodilla izquierda para colocar una prótesis total. Hasta aquí todo bien. El protocolo habitual es tener un par de días en observación al paciente y luego mandarlo a su casa con el alta médica en la mano. A las dos semanas, acude a la primera revisión con el médico rehabilitador y empieza la fisioterapia a los 40 días, con suerte. Pero este caso fue diferente y por ello me llamó la atención. 

El traumatólogo responsable de este paciente se negó a darle el alta hospitalaria hasta que el médico rehabilitador pasase su primera consulta con el objetivo que iniciase la fisioterapia más pronto que tarde. A los dos días, el paciente recibe su primera sesión de fisioterapia, aún con los puntos y las grapas recientes, además de un apósito amarillento de cuyo nombre ahora no quiero acordarme.

Mi cara de felicidad era evidente, ya que podía plantear objetivos novedosos a esas alturas, sin preocuparme por la presencia de fibrosis, malos hábitos domiciliarios o apoyos indeseables (no es la primera vez que me llega un paciente con la muleta a lo "House").

A la semana siguiente, esa rodilla alcanzaba los 90º de flexión activa de forma asintomática y al mes el paciente ya había recuperado su vida normal. Con el protocolo habitual, todavía no habría empezado con fisioterapia, que una vez empezada se podía alargar hasta los 4-6 meses con el conveniente gasto del bolsillo de todos.

CASO 2: paciente de 80 años de edad, sufre Accidente Cerebro-Vascular (ACV) una semana antes. Historia de, al menos, otros 3 ACV en los últimos 18 años. Pese a que fue hospitalizado, no ha tenido noticias del servicio de rehabilitación de su hospital, por lo que la familia decidió acudir a un fisioterapeuta privado para comenzar fisioterapia precoz domiciliaria, en este caso como en el anterior, encarno el papel de fisioterapeuta protagonista.

Poco puedo decir de la evolución del paciente, ya que hace apenas dos días que empezamos con el tratamiento, aunque el pronóstico es bueno. Tener la posibilidad de dar cobertura asistencial a un paciente con Daño Cerebral Adquirido (DCA), una semana después del episodio es todo un lujo a mi modo de ver. La oportunidad de moldear un tratamiento a medida para conseguir una recuperación funcional de este lado derecho parético es incomparable.

En cambio, a través del SERGAS, este paciente había acudido a fisioterapia (espero que no se hayan olvidado de él) pasados 30-40 días. En casos de DCA es intolerable pues es tiempo suficiente para crear patrones de movimientos que no deseamos o peor aún, patrones de negligencia del hemicuerpo derecho (en este caso).

Puede que esta entrada haya cogido un tono crítico hacia los protocolos de actuación del Sistema Público de Salud, pero lo que intenté era reflejar la importancia del inicio precoz de un protocolo de fisioterapia en todos aquellos casos que lo necesiten, pues redundará en una mejora asistencial para las personas y un menor gasto para las maltrechas arcas públicas.

¡Gracias por la lectura!
Hermes CR.